• Señala la dirigente estatal Leonor Mejía que México camina en sentido contrario a la generación de energías limpias, con obras innecesarias y faraónicas como Dos Bocas.

• “Los malos manejos de PEMEX y CFE, el ciudadano en común los ve reflejados en gasolinazos permanentes y altos costos en la energía eléctrica”: Leonor.

“México no cumplirá este sexenio con la meta planteada en energías limpias. Con mítines, acarreo y verbenas no se corrige la pésima política energética del país, la cual, va en sentido contrario a la ruta de impulsar energía a través de fuentes limpias que siguen países en desarrollo”.

Así lo consideró la presidenta del Partido Acción Nacional en Querétaro, Leonor Mejía, quien expresó que con obras como la refinería Dos Bocas en Tabasco, el país camina en sentido contrario a la generación de energías limpias, pues se trata de una obra faraónica que seguirá impulsando energías fósiles.

“La refinería Dos Bocas es un pozo sin fondo de recursos públicos. Tan sólo el año pasado PEMEX perdió 6 mil 470 millones de dólares más para la construcción de una obra capricho presidencial, es decir, ya hay un incremento del 72% respecto al presupuesto original planteado”.

A propósito del mitin y verbena que el Gobierno Federal y Morena organizaron este sábado para conmemorar el 84 aniversario de la expropiación petrolera en México, Leonor Mejía puntualizó que más allá de caer en triunfalismos que no existen, nuestro país debe incentivar el uso de energías renovables como la solar o la eólica.

“En Querétaro se sigue demostrando que sí hay de otra y aquí se fomenta el uso de energías limpias y el cuidado del medio ambiente con programas como la reciente convocatoria de Gobierno del Estado para instalar paneles solares en las micro, pequeñas y medianas empresas en el municipio de Querétaro”.

Para finalizar, Leonor Mejía fijó que ni en PEMEX ni en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se tiene algo que festejar, pues a cinco años del Gobierno Federal, los números de ambas paraestatales acusan ocurrencias y malos manejos que el ciudadano en común ve reflejado en “gasolinazos permanentes” y altos costos en su recibo de energía eléctrica.